jueves, 23 de junio de 2011

Génesis capitulo 16


1. EL EMBARAZO DE AGAR (v.1-4)

Hasta el momento, los personajes principales que hemos visto en la historia de Abram han sido tres: Abram, Sarai y Lot. Ahora un nuevo personaje entra a tallar: Agar, la sierva de Sarai (v.1). Debemos decir, de paso, que ella era egipcia. Probablemente fue adquirida durante la estadía en ese país (Gén 12). Eso nos lleva a meditar que los momentos de desobediencia o falta de fe, que a veces tiene un creyente, pueden traer consecuencias muy negativas.

a. La Sugerencia de Sarai (v.2-3)

Dios había prometido darle a Abram una multitud de descendientes (Gén 12:2). El problema era que Sarai no podía tener hijos - era estéril (Gén 11:30). Los años iban pasando, y aún Abram no tenía el hijo que tanto esperaba.

Después de 10 años en la tierra de Canaán (v.3), Sarai pierde toda esperanza de tener un hijo. Ella era una buena esposa para Abram (1 Pedro 3:6); le había acompañado a lo largo de muchos años. Sabía de las promesas de Dios, pero como no podía darle hijos, Sarai decidió ayudar a Abram de otra manera, y ¡dio una sugerencia!

Sarai tenía una sierva llamada Agar (v.1). Según la cultura de ese entonces, la esposa de un hombre rico, solía tener sus propias siervas (Gén 29:24,29). Como ya hemos comentado, es muy probable que Sarai obtuviera a Agar durante su estadía en Egipto. Comprada o como regalo de faraón.

Sarai decidió ofrecer a Agar para que Abram pudiera tener hijos por medio de ella (v.2). Esa era una costumbre en el Medio Oriente antiguo. En casos de esterilidad, la esposa podía entregar a su sierva para que el esposo tuviera hijos (Gén 30:3, 9) por medio de ella; pero esos hijos eran considerados como hijos de la esposa, no de la sierva (era una forma más de cómo las siervas servían a sus amas).

b. La Acción de Abram (v.4a)

Abram aceptó la sugerencia de Sarai (por ser la costumbre de ese tiempo), PERO lo hizo sin consultar a Dios. No podemos criticar a Abram desde la perspectiva de nuestra realidad actual; debemos ponernos en su lugar. El pensó que estaba asumiendo su responsabilidad de ayudar a Dios a cumplir Sus promesas. Quería agradar a su esposa, y lo que estaba haciendo quedaba dentro del marco de las costumbres de la época.

LECCIÓN:Debemos tener mucho cuidado con nuestras acciones. Nunca pensemos que Dios necesita nuestra ayuda. Hay momentos en los cuales debemos actuar, pero hagámoslo sólo cuando sabemos que estamos haciendo la voluntad de Dios.

c. La Actitud de Agar (v.4b)

Abram se unió a Agar íntimamente, y ella concibió. Ahora dejó de ser una simple sierva, y pasó a ser madre del futuro hijo de Abram, el señor. La reacción de Agar fue ¡ORGULLO! ¿Por qué?

i. Porque ahora era como “esposa" de Abram.
ii. Porque ella sí pudo concebir un hijo (a diferencia de Sarai).

2. LA REACCIÓN DE SARAI (v.5-6)

Ahora que Agar estaba embarazada, las cosas cambiaron. Sarai debió estar satisfecha, ya que su propuesta había tenido el éxito deseado; sin embargo, vemos que todo fue muy diferente de lo que se esperaba. Sarai se sintió herida y enojada por el "desprecio" de Agar (v.4).

LECCIÓN: Cuando Dios dirige las cosas, todo sale bien. Pero cuando nosotros intervenimos, creyendo ‘ayudar’ a Dios, actuamos carnalmente, y mayormente acarreamos grandes problemas para nosotros mismos. ¡Abram debió haber aprendido esa lección en Egipto!

a. Sarai Reprende a Abram (v.5)

A pesar que la sugerencia había sido de la misma Sarai, ella ahora culpó a Abram por todo su malestar. Si Abram hubiera consultado a Dios, antes de hacer caso a su esposa, ahora no hubiera tenido más problemas que resolver.

b. Sarai Aflige a Agar (v.6)

Abram trató de resolver el problema, haciéndole recordar a Sarai que Agar aún era su sierva, así estaba escapando de la responsabilidad que tenía con Agar, dándole a Sarai toda la potestad sobre ella. A pesar de saber lo que Sarai sentía, Abram no tuvo cuidado de Agar. ¡Falló a Agar!

Sarai comenzó a maltratar a Agar, con todo sentimiento insano, sin considerar su estado (estaba llena de envidia y celos). Agar no tuvo otra salida sino huir de Sarai.

3. LA INTERVENCIÓN DE DIOS (v.7-14)

Abram había actuado sin consultar a Dios, y había generado un gran problema. Tal como ocurrió en cap. 12, Dios nuevamente tuvo que intervenir para solucionar un problema creado por Su siervo. ¡Cuántas veces Dios tiene que hacer lo mismo por nosotros! Veamos:

a. La Preocupación de Dios (v.7)

Abram fue responsable por la huida de Agar. Él debería haberla cuidado. Agar ahora se encontraba huyendo de Sarai (quien estaba viviendo en Hebrón; Gén 13:18), caminando hacia Egipto.

"Shur" era un desierto (ver Ex 15:22). Por ser un lugar desértico, Agar tenía que buscar agua (¡recordemos que estaba embarazada!). Abandonada por todos, DIOS LA ENCUENTRA.

El "ángel de Jehová" era Dios mismo (v.13; ver Gén 31:11,13); más específicamente, era Dios el Hijo – Cristo, antes de la encarnación. Aquí tenemos un hermoso cuadro de Cristo, obrando como el Buen Pastor, buscando la oveja perdida.

b. Las Promesas de Dios (v.8-12)

Agar estaba desesperada; pero en ese momento Dios le hizo grandes promesas. Primero, la enfrentó a su realidad (v.8), y después le dio un mandato (v.9). El mandato era difícil (45) de cumplir, por lo tanto Dios la animó con ciertas promesas:

i. El Sexo del bebe (v.11) – sería varón, con nombre ISMAEL.
ii. El Carácter del bebe (v.12) – sería hombre valiente.
iii. El Futuro del bebe (v.10) - tendría mucha descendencia.

Seguramente Agar se sintió grandemente consolada por medio de esa revelación divina. El siervo de Dios (Abram) la había abandonado, pero no el Dios del siervo.

NOTA: El impacto de esta intervención de Dios fue que Agar reconoció que el Señor es el Dios que “oye" (v.11), y el Dios que "ve" (v.13-14); a diferencia de todos los dioses de Egipto.

Agar había escuchado mucho acerca de Dios, estando en la casa de Abram; pero ahora experimentó un encuentro personal con Él. Muchas veces Dios permite problemas en nuestras vidas que nos llevan hasta el punto de la desesperación, sólo para poder manifestarse en nuestras vidas (Oseas 2:14).

Conclusión (v.15-16)

Agar volvió a la casa, y nueve meses después dio a luz un hijo (v.15). Abram le dio el nombre de ISMAEL; seguramente Agar le había contado todo lo que pasó junto a la fuente de agua.

Abram ya no era joven; tenía 86 años (v.16). Pero todavía estaba aprendiendo a andar con Dios, reconociendo sus errores. Este fue el factor en la vida de Abram que le permitió crecer espiritualmente

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