sábado, 25 de junio de 2011

Génesis capitulo 18


Ellos se quedaron en sus respectivos lugares por muchos años. Pero ahora dos cosas dramáticas estaban por ocurrir: el nacimiento de Isaac, y la destrucción de Sodoma. El creyente espiritual (Abraham) está a punto de recibir su bendición; el creyente carnal (Lot), su disciplina.

1. LA LLEGADA DE LOS VISITANTES (v.1-8)

Notemos primero que los visitantes llegaron: "en el calor del día" (v.1); en otras palabras, al mediodía. Abraham estaba descansando; ya era anciano (tenía 99 años). Él estaba sentado "a la puerta de su tienda" (v.1).

a. Los Visitantes (v.2)

Tres “varones” llegaron. Parece que aparecieron de repente, porque el texto dice: "estaban junto a él" (v.2). Quizá Abraham estaba durmiendo, o mirando en otra dirección. Repentinamente Abraham se percata de su presencia.

¿Quiénes eran? A simple vista, eran solamente hombres; Abraham los recibe como tales (v.4-5). Pero poco a poco, se va dando cuenta que en realidad eran seres sobrenaturales. Uno de ellos era “Jehová” (v.1, 13); no exactamente Dios el Padre, sino Dios el Hijo – el Ángel de Jehová. Los otros dos fueron ángeles. Notemos la fluctuación entre el uso del plural (v.9) y el singular (v.10).

b. La Recepción (v.3-8)

Al comienzo Abraham no reconoce que son seres celestiales, ni que uno de ellos era Dios mismo; sin embargo, brinda a los visitantes una calurosa bienvenida. Parece exagerada, pero así es la cultura en el Medio Oriente ¡hasta el día de hoy!

Notemos la actitud de Abraham: "salió corriendo" (v.2); "fue de prisa" (v.6); "toma pronto" (v.6); "corrió" (v.7); "se dio prisa" (v.7). Si pensamos en el calor que hacía, y en la edad de Abraham, su condición física era impresionante.

Notemos también la generosidad de Abraham: "tres medidas (hebreo, "seahs") de flor de harina" (v.6); equivale a 37 litros. ¡Era una tremenda cantidad de harina! Esto era para hacer panes, para el almuerzo. También preparó un becerro, mantequilla y leche. ¡Qué generosidad!

LECCIÓN: Ser hospitalarios y generosos es algo que siempre le agradará a Dios;
además no sabemos a quién estamos recibiendo (ver Hebreos 13:2).

2. LA PROMESA DE DIOS (v.9-15)

Dios ya había prometido darle a Abraham un hijo, a través de Sara (Gén 17:16). ¿Por qué repite la promesa? Quizá simplemente porque quería repetírsela a Sara (v.9); en Gén 17 Dios habló la promesa sólo a Abraham. O tal vez, Dios ya quería decirle a Abraham CUANDO iba a nacer hijo (v.10, "según el tiempo de la vida" = ‘en un año’).

La promesa está en v.10 ("Sara...tendrá un hijo"). La reacción de Sara (v.12) es similar a la que Abraham tuvo en Gén 17:17. Pero en este caso Dios se enoja, porque Sara realmente no creía en la promesa de Dios.

Notemos el énfasis en las palabras de Dios: "volveré a ti" (v.10, 14). El nacimiento de Isaac fue sobrenatural. Dios tuvo que obrar para que Sara pueda:

i. Concebir el bebe.
ii. Llevarlo en su vientre los nueves meses.
iii. Dar a luz.

Todo esto fue el obrar de Dios – el "Todopoderoso".

Lamentablemente, Sara no pudo creer desde el principio. Al escuchar la noticia, se rió, y Dios la amonestó (v.12-13). En vez de humillarse y callar, ante la amonestación divina, Sara niega haberse reído, y miente a Dios (v.15). ¡Qué locura!

LECCIONES: Debemos reconocer que para Dios no hay nada "difícil" (v.14).
Además, ¡no podemos esconder nada de Él!

3. LA INTERCESIÓN DE ABRAHAM (v.16-32)

Aquí tenemos grandes lecciones acerca de la oración.

a. La Revelación de los Propósitos de Dios (v.16-21)

Los visitantes siguen su camino, pero Abraham no quiere dejarlos (v.16). Ya se da cuenta que es Dios quien lo ha visitado, y no quiere separarse de Él. Ahora Dios trata a Abraham con mucha confianza (v.17-19), como un verdadero amigo (ver Juan 15:15)! ¿Por qué había esa cercanía entre ellos? Porque Abraham había creído y obedecido a Dios (ver Juan 15:14).

Notemos que la relación entre Dios y Abraham es muy diferente de la relación entre Dios y Sara, y entre Dios y Lot.

b. La Intercesión de Abraham (v.22-33)

Dios dijo que Él iba a destruir Sodoma (v.20-21). Abraham se preocupó, porque sabía muy bien quien estaba en Sodoma – ¡LOT! Cuando Abraham se entera de lo que Dios iba a hacer, se detuvo para ORAR (v.22). En su oración podemos ver tres puntos importantes:

i. Sus palabras son sencillas y directas; está hablando con un Amigo (v.24).

ii. Manifiesta gran reverencia, humildad y temor ante Dios (v.25, 27, 30).

iii. Muestra perseverancia, confiando en la misericordia de Dios (insiste,
desde 50 a 10 personas justas)

Pero, ¿por qué se quedó en 10? Abraham consideraba que Lot y su familia conformarían 6 de los "justos" (contando a sus dos hijas y futuros esposos), y confiaba que en una ciudad tan grande, habría a lo menos otras 4 personas más que serían "justas", ganadas por el testimonio de Lot. ¡LAMENTABLEMENTE NO FUE ASÍ!

LECCIONES: Debemos orar como Abraham lo hizo: con sencillez; con palabras breves; con reverencia; con perseverancia.

Debemos orar por los inconversos y por los cristianos "carnales", porque ellos no oran por sí mismos (Lot no fue quien oró, aunque era él quien estaba en peligro).

Conclusión (v.33)

Abraham regresa a casa, tranquilo y contento, para estar con Sara y alegrarse por la tan esperada llegada del "hijo de la promesa". Pero Lot se encuentra en una situación muy diferente; pronto se encontraría en medio de un tremendo peligro, porque la ira de Dios caería sobre la ciudad donde él había escogido vivir.

¡Esta es la diferencia entre el cristiano espiritual y el cristiano carnal!

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