lunes, 13 de junio de 2011

Génesis capitulo 6

En la historia de Noé y el diluvio, la Biblia nos presenta una ilustración más de la condición pecaminosa de la humanidad al principio del Génesis. En Adán y Eva el pecado tomó la forma de desobediencia hacia Dios. En la historia de Caín tomó la forma de violencia contra su hermano. En el caso del diluvio vemos que la condición pecaminosa del hombre fue notable por su depravación interna. "Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente al mal" (Génesis 6:5).

Sin embargo, el énfasis de la historia de Noé y el diluvio no es para ilustrar la diseminación de la corrupción maligna entre los hombres, sino para esclarecer la operación divina del juicio y la gracia, que nosotros consideramos anteriormente al principio del Génesis.

El diluvio hace una presentación brillante del juicio y la gracia. Los malvados fueron destruidos, pero por medio de Noé y su familia la raza humana tuvo un nuevo principio. El arcoiris de la promesa vino a ser el símbolo de la esperanza del hombre en Dios. El pecador se encuentra siempre bajo la condenación divina. Pero su profunda necesidad y angustia desesperada encuentra su respuesta adecuada en la gracia de Dios. Este es el mensaje del diluvio, y de la Biblia entera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario