Génesis capitulo 9

GÉNESIS 9


Libro de Génesis
CAPÍTULO 9

1 a 17. El Pacto de Dios con Noé y su descendencia

Dios comienza a establecer los términos de este primer pacto narrado por las escrituras en los dos versículos finales del Cap. 8 y continua hasta el v. 17 de este Cap. 9. Dios es un Dios de pactos, él establece pactos no porque Él necesite de éstos para cumplir su palabra, sino que lo hace enteramente por el hombre, ya que es el ser humano quien necesita contar con un testimonio de la promesa del Eterno; la señal del pacto que Dios establece es el arcoíris (v. 13 a 16) con la promesa de que Dios verá el arco en las nubes y recordará su promesa.

El pacto aquí establecido no es sólo con Noé sino con toda la descendencia humana, con Usted y conmigo, con todos. Las promesas y mandamientos del pacto son los siguientes:

Nunca más serán destruidos los seres vivos a través de las aguas de un diluvio (Gn. 8:21b y 9:11).
No cesarán los ciclos agrícolas, las estaciones del año (invierno y verano), frío y calor, la noche y el día, antes del juicio final sobre la tierra (Gn. 8:22).
Se otorga al ser humano el reproducirse sobre la tierra y poblarla (v. 1 y 7).
Dios hace que todo animal, ave y pez tenga temor del hombre, quien tendrá dominio sobre ellos y domesticará algunas especies para su beneficio (v. 2, en vuestra mano son entregados).
Ahora el hombre podrá alimentarse no sólo de la vegetación sino también de la carne de los animales, pero se prohíbe comer animales vivos y por ello se prohíbe comer animales con su sangre (v. 3 y 4). Este mandato además de ser una forma misericordiosa de trato para con los animales tiene que ver con el valor de la sangre, la cual, de parte del Mesías, sería derramada para perdón del pecador. Dios está haciendo énfasis en el valor de la sangre y de la vida.
Se indica que Dios tomará cuentas de aquel que derrame sangre del ser humano, ya sea animal o bien otro hombre, es decir, Dios demandará la sangre a quien asesine a un ser humano (v. 5 … ciertamente pediré cuenta de la sangre de vuestras vidas).
Dios permite el establecimiento de un gobierno humano capaz de hacer justicia; la humanidad tiene la orden de establecer Cortes de Justicia y un orden social justo para darle cumplimiento a las leyes. La vida humana es protegida de manera amplia por el Eterno pues el hombre a imagen de Dios fue creado (v. 6).
Dios establece como señal del pacto al arcoíris (v. 13 y 14).

Dios ha hecho un pacto muy importante con la raza humana. Dios le promete no volver a destruirla con otro diluvio, le permite ser fecundo y poblar toda la tierra, le permite comer de la carne de los animales, siempre que nunca coma de éstos estando vivos; le permite dominar y domesticar animales para su beneficio y le permite crear un gobierno y cortes para hacer justicia.

Dios sabe que el hombre tiene una tendencia en su corazón hacia el mal (Gn. 8:21) y tiene previsto un plan para salvarle, como lo hizo con Noé y su familia. Él nos está informando de ese plan a través de las páginas de la Biblia.