jueves, 7 de julio de 2011

Génesis capitulo 30


GÉNESIS 30

TEMA: “Jacob Sirve a Labán por las Ovejas”

Introducción

Cuando joven, Jacob tuvo que huir de Canaán, escapando de las consecuencias por haber engañado a su padre y defraudado a Esaú. Ya en tierra de su madre, Jacob se estableció como hombre, y tuvo su propia familia. Sin embargo, en aquella tierra también tuvo que enfrentar dos cosas:

i. Comenzó a ‘cosechar’ lo que había ‘sembrado’. Cuando joven, buscó aprovecharse de su hermano; ahora, como adulto, su tío busca aprovecharse de él.

ii. Las tensiones con su tío (al igual que las tensiones en su propia familia), fueron puliendo su carácter, y así fue aprendiendo a confiar más en Dios, que en sí mismo.

Veamos el desarrollo de este relato, y las lecciones que Jacob tuvo que aprender.

1. UN NUEVO ACUERDO ENTRE LABÁN Y JACOB (Gén 30:25-34)

a. El Contexto del Acuerdo (v.25-26)

Durante catorce años, Jacob sirvió a Labán, por sus dos esposas – Raquel y Lea. Es posible que el nacimiento de José, haya coincidido con el fin de esos catorce años (ver v.26). De todos modos, lo que queda claro es que el nacimiento de su último hijo marcó el momento en que Jacob se propuso volver a la tierra de Canaán (v.25). ¿Por qué? Moisés no lo explica, pero podría estar relacionado con el hecho de que Raquel había sido infértil. La bendición de Dios, al darle un hijo , trajo a la memoria la promesa de Dios de estar con él, y de bendecirlo hasta que volviera a la tierra de Canaán (ver Gén 28:15).

Al finalizar los catorce años de servicio, Jacob ya podía volver a su hogar. No había razón para seguir permaneciendo en casa de Labán. Después de catorce años, el temor a la ira de su hermano Esaú había menguado (aunque al ir acercándose a Canaán, ese temor retornaría), y Jacob deseaba ver a su familia otra vez. Dada la cultura de ese entonces, Jacob no podía simplemente irse, tomando a sus mujeres. Labán seguía siendo el principal señor de la casa. Vivió con él catorce años, y sus esposas eran sus hijas. Había trabajado honradamente (ver Gén 31:6), y tenía una conciencia limpia. Por lo tanto, se acercó a su suegro para hablar, con total tranquilidad, comunicándole su deseo de volver a la tierra de Canaán (v.26).

LECCIONES:

(1) Parte de la integridad que Dios espera de nosotros es que aunque hayamos sido maltratados, nosotros respondamos siendo amables, benignos. No debemos pagar mal por mal (Rom 12:17).

(2) Nuestro trabajo en la tierra debe ser con honradez y limpia conciencia; primeramente ante Dios, y también ante los hombres (Col 3:22,23)

b. Las Cláusulas del Acuerdo (v.27, 28)

Al escuchar las palabras de Jacob, Labán se muestra preocupado. Sabía muy bien que desde el momento en que Jacob comenzó a trabajar para él, había tenido la bendición de Dios (v.27). Por lo tanto, quiere que Jacob se quede trabajando para él, y le pregunta cuánto sería su salario (v.28). Jacob responde haciendo referencia a dos cosas:

i. La forma responsable en que había trabajado (v.29).
ii. La manera como Dios había bendecido a Labán en su ganadería (v.30).

A la luz de estas dos cosas, Jacob hace una pregunta, “¿cuándo trabajaré también por mi propia casa?” (v.30b). Después de catorce años de trabajo, Jacob tenía una familia grande; pero era tan pobre, materialmente, como el día en que llegó a la casa de Labán. La pregunta de Jacob es muy reveladora; pone en claro dos cosas:

- La mezquindad de Labán. Por catorce años Jacob sirvió a Labán. Lo hizo en lugar de pagar una dote por sus dos hijas . Durante ese tiempo Dios bendijo a Labán mucho más de lo que pensaba, como él mismo reconoce (v. 27). Sin embargo, a pesar de contar con la inesperada bendición de Dios, Labán nunca le ofreció ovejas a Jacob, para que él pudiera formar su propio rebaño. ¡Aun siendo su tío!

- El verdadero interés de Jacob. Aunque había expresado su propósito de volver a casa (v.25-26), el ofrecimiento de un salario le hizo cambiar de parecer. Puso a un lado la idea de volver a Canaán, y tomó gran interés en el beneficio económico. ¿Cuánto le importaba su familia en Canaán? ¿Cuánto le importaba el propósito de Dios, el cual se lo había revelado años antes (ver Gén 28:14-15, “la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia…volveré a traerte a esta tierra”)?

Cuando Labán reitera la pregunta acerca del salario, Jacob responde con una propuesta clara; que su ‘sueldo’ sean todas las ovejas manchadas – es decir, las ovejas que no eran de un solo color (v.31-32).

Hay ciertas características de este ‘salario’ que debemos notar:
a. Jacob fue generoso con Labán; no le pidió nada (v.31).

b. No fue un sueldo establecido. Jacob estaba poniendo su confianza en la bendición de Dios, y en el fruto de su propio trabajo, como pastor, y no en Labán. En realidad, lo que Jacob pide apunta a una revelación de Dios previa al acuerdo.

c. No era un sueldo que le iba a costar a Labán. El salario de Jacob sería una ganancia personal; no constituiría una pérdida para Labán.

d. Fue un sueldo fácilmente verificable (v.33).

Al pedir esto como ‘sueldo’, Jacob parece estar previniendo problemas con Labán. Labán acepta el acuerdo, sin mayores demandas (v.34). Podemos pensar en la sonrisa que tenía Labán en su rostro (y en los de sus hijos), al pensar en lo poco que le iba a costar a Labán seguir contando con los servicios de Jacob. Tal vez no pensó que las ovejas blancas, y las cabras de un solo color, iban a tener muchas crías que serían diferentes a ellas.

LECCIÓN: Es muy importante pedir la dirección de Dios y sabiduría, cuando estemos tratando con alguien que nos ha engañado anteriormente. Nunca debemos ser ingenuos ante el mal (Rom 16:19). Pero a la vez, debemos encomendar nuestra causa a aquel que juzga justamente.

2. TENSIONES EN EL CUMPLIMIENTO DEL ACUERDO (Gén 30:35-43)

Aunque Labán acepta la propuesta en cuanto al sueldo de Jacob, la primera acción que tuvo indica astucia; actuó con sangre fría.

a. Labán Aparta las Ovejas Manchadas (v.35-36)

Las palabras de Jacob, en el v.32, “Yo pasaré hoy por todo tu rebaño, poniendo aparte todas las ovejas manchadas y salpicadas de color…y esto será mi salario”, dan a entender que el trato iba a comenzar con Jacob tomando esas ovejas (que seguramente eran la minoría del rebaño de Labán) como su sueldo inicial . Sin embargo, Labán astutamente, toma las palabras de Jacob, cuando dijo: “No me des nada…” (v.31), para quitar de su rebaño todas las ovejas manchadas, y ponerlas fuera del alcance de Jacob (v.35). Como consecuencia, Jacob tenía frente a él un rebaño de sólo ovejas blancas, y cabras de un solo color (v.36). Labán habrá sentido satisfacción al reducir casi de manera total, la posibilidad de que Jacob estableciera su propio rebaño .

LECCIÓN: A pesar de nuestra integridad, el pecado en esta tierra y en las personas es latente; no nos debemos sorprender si somos engañados una y otra vez. Pero si debemos confiar que Dios peleará por nosotros, y al final cada uno tendrá su paga.

¿Qué iría a hacer Jacob frente a la acción de Labán? Al parecer Jacob, no le reclamó por esa acción; pero sin decir nada, comenzó una estrategia interesante.

b. La Crianza Selectiva que Hizo Jacob (v.37-43)

i. La Producción de Ovejas Manchadas (v.37-40)

La primera preocupación de Jacob era cómo producir ovejas manchadas, teniendo sólo ovejas blancas. Hoy en día sabemos que el cambio de color en la lana de las ovejas se debe a cambios genéticos. Pero seguramente Jacob no sabía nada de eso. Lo que hizo fue tomar ciertas varas de la vegetación de ese lugar, quitarles parte de la corteza, para exhibir el color blanco de su interior. Al colocar esas varas rayadas delante de las ovejas, y éstas concebían, las crías salían manchadas (v.39). Jacob apartó estas ovejas, asegurándose que Labán no se las llevara al rebaño de ovejas manchadas que estaban bajo el mando de sus hijos (v.35b). De este modo, Jacob fue formando su propio rebaño de ovejas manchadas (v.40).

¿Cómo describiríamos la acción de Jacob? A primera vista, pareciera que él estaba actuando con astucia, procurando vengarse por la injusticia de Labán, e implementando una técnica originada en la superstición, o en las creencias de ese tiempo. Sin embargo, las palabras de Jacob a sus esposas, en Gén 31:10-12, dan a entender que durante todo ese tiempo fue Dios quien lo estaba guiando, indicándole qué hacer, y prosperando sus acciones.

NOTA: Moisés no nos explica del por qué de este fenómeno. De cómo, al ver las varas de dos colores, las ovejas produjeron crías manchadas. La explicación, obviamente, se debe no a algún efecto mágico de las varas, o a algún impacto sicológico sobre las ovejas (que resultó en cambios genéticos en las crías), sino en el obrar de Dios, bendiciendo a Su siervo, a quien había prometido cuidar.

LECCIÓN: Nunca debemos devolver mal por mal, sino encomendarnos a Dios, y procurar ser guiados por Él en todo lo que hacemos, para que seamos prosperados por Sus manos, y no sólo de nuestras habilidades y astucias.

ii. La Producción de Ovejas Fuertes (v.41-42)

Habiendo comenzado la crianza de ovejas manchadas, la siguiente preocupación de Jacob fue la de tener ovejas fuertes, capaces de seguir multiplicándose, y produciendo abundante lana y carne. Logró eso por medio de otra estrategia. Cuando veía a las ovejas más fuertes acercarse a tomar agua, Jacob colocaba las varas delante de ellas. En esa manera, Jacob logró obtener más y más ovejas fuertes, mientras que las débiles quedaban para Labán.

Es difícil justificar esta acción de Jacob. Humanamente hablando, lo podríamos felicitar por su trabajo e ingenio. Sin embargo, es obvio que su deseo era muy egoísta. El hecho que Labán lo haya engañado más que una vez no justificaba esta acción. A pesar de que Dios estaba trabajando en la vida de Jacob, quedaba mucho de ‘carnalidad’ aun en él. Iba a tener que pasar por muchos otros momentos difíciles, para que aprenda a confiar plenamente en Dios.

Conclusión (v.43)

El resultado de todo eso fue muy claro. Jacob “se enriqueció…muchísimo, y tuvo muchas ovejas”; no sólo ovejas, sino también siervos, camellos y asnos. “La bendición de Dios es la que enriquece, y no añade tristeza con ella” (Prov 10:22). Indudablemente, Dios estaba cuidando la vida de Jacob, como parte de toda la formación del pueblo de Israel

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