jueves, 21 de julio de 2011

Génesis capitulo 44


Génesis 44
La Copa de Jose

La copa de plata de José era un símbolo de su autoridad. Se creía que tenía poderes sobrenaturales, y robarla era un delito muy serio. Tales copas se utilizaban para predecir el futuro. Una persona vertía agua en la copa e interpretaba los reflejos, las ondas y las burbujas. José no necesitó la copa, pues Dios le dijo lo que necesitaba saber acerca del futuro.

El rasgarse las ropas era una expresión de gran tristeza y una manera tradicional de mostrar pena. Los hermanos tenían miedo de que le hubieran hecho daño a Benjamín.

¿Practicaba José la adivinación? Probablemente no, debido a su relación con Dios. Este planteamiento tal vez fue para enfatizar cuán importante era la copa.

Cuando era más joven, Judá no mostró ninguna consideración por su hermano José ni por su padre Jacob. Primero convenció a sus hermanos de que vendieran a José como esclavo (37.27); luego él y sus hermanos mintieron a Jacob en cuanto a lo que le había sucedido a José (37.32). ¡Pero qué cambio se produjo en Judá! Estaba tan preocupado por su padre y su hermano menor, Benjamín, que estaba dispuesto a morir por ellos. Cuando esté a punto de perder toda esperanza en usted mismo y en los demás, recuerde que Dios puede lograr un cambio completo aun en la persona más egoísta.

Por último Judá no soportó más y dio un paso adelante para explicar lo que había sucedido. Esto era riesgoso pues José podría haber mandado que lo mataran. Pero Judá defendió con valor su vida y la de sus hermanos e imploró misericordia. Y ofreció ocupar el lugar de Benjamín. Hay momentos en que debemos guardar silencio, pero hay momentos en que debemos hablar, incluso si esto tiene serias repercusiones. Cuando enfrente una situación que necesita una voz fuerte y una acción valerosa, acuérdese de Judá y hable.

Judá había prometido a Jacob que garantizaría la seguridad del joven Benjamín (43.9). Ahora Judá tenía la oportunidad de guardar su promesa. Convertirse en un esclavo era un destino horrible, pero Judá estaba decidido a mantener su palabra ante su padre. Mostró un gran valor al cumplir su promesa. Aceptar una responsabilidad significa llevarla a cabo con determinación y valor, a pesar del sacrifico personal.
José quería ver si sus hermanos habían cambiado, y puso a prueba la forma en la que se trataban. Judá, el hermano que dio el primer paso en el plan para vender a José (37.27), en esta ocasión dio el primer paso para tomar el castigo que iban a aplicarle a Benjamín para que este pudiera regresar con su padre. Este acto tan valeroso convenció a José de que sus hermanos habían cambiado para bien de una forma dramática.

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