lunes, 15 de agosto de 2011

EXODO CAPITULO 14



ÉXODO 14

EL PASO DEL MAR ROJO (Éxodo 14)

Dios ordenó a Moisés hacer un cambio de ruta y acampar junto al mar (vss. 1-4) Se cree que este mar es el Lago de Menzaleh, llamado también Mar de Juncos, en cuyo extremo sur ocurrió el milagroso paso del mar. El Faraón consideró a los israelitas atrapados entre el desierto y el mar y así marcharía contra ellos. El plan de Dios era ejecutar su juicio final contra el endurecido gobernante egipcio, y mostrar allí su gloria (vs. 5).
El Faraón se arrepintió una vez más de haber dejado ir aquella enorme cantidad de mano de obra barata. Montó en su carro y fue, seguido de seiscientos carros escogidos y todos los demás carros, para impedir la fuga (vss. 5-7). “Pero los hijos de Israel habían salido con mano poderosa” (vs. 8).

Iba todo el ejército egipcio con caballería y con carros (vs. 9). Al verlos, los israelitas temieron grandemente y clamaron a Dios (vs. 10). A pesar de los prodigios vistos con ocasión de las plagas, dudaron y comenzaron con una serie de reclamos a Moisés que duraría toda su peregrinación. Sarcásticamente dijeron: “¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto?” “Mejor nos fuera servir a los egipcios” (vss. 10-12).

Moisés los calmó diciéndoles: “No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros”. Aquel día verían el fin del ejército egipcio (vs. 13). “Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos” (vs. 14). Tal promesa debe darnos paz, pues es efectiva aun hoy, porque proviene de Dios, quien no hace acepción de personas y es el mismo ayer, hoy y por los siglos. Sólo asegurémonos de estar del lado de Dios y en Su voluntad.

Dios ordenó a Moisés no clamarle, sino mandar al pueblo que marchara; y que él alzara su vara y partiera el mar para que el pueblo pasara en seco (vss. 15-16). Dios reiteró que destruiría al ejército egipcio y sería glorificado en ello (vss. 17-18). Aunque Israel iba armado, aquella victoria sería ganada por Dios sólo.




El ángel de Dios en la columna que los guiaba, estaba ahora entre los egipcios e Israel y los mantenía alejados. Aquéllos tuvieron tinieblas toda la noche, mientras éstos, luz (vss. 19-20).

Al extender Moisés su vara, Jehová partió las aguas. Estas quedaron como muros a la derecha y a la izquierda, e Israel pasó en seco. Cuando llegaron los egipcios a la mitad del mar, Dios les causó gran confusión: quitó las ruedas a los carros y todo se trastornó. Al ver a Dios pelear por Su pueblo, trataron de huir, pero Moisés extendió su vara de nuevo. El mar se cerró y ahogó a todo el ejército, y “no quedó de ellos ni uno” (vss. 22-28).

Ahora que veían al ejército egipcio eliminado, los israelitas temieron a Jehová y le creyeron; y también a Moisés vr 30-31

¿El mar quedo dividido en que jornada? a)mañana
b) tarde c)noche.

CONOZCO EL PODER DE DIOS Y TENGO SU BENDICIÓN, PORQUE DISFRUTO AL CAMINAR CON EL.CCD

1 comentario:

  1. El Senor, siempre a demostrado su fidelidad para con nosotros a pesar de nuestro indignante comportamiento

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