martes, 16 de agosto de 2011

EXODO CAPITULO 16



EXODO 16

Mes y medio después de su salida, llegaron a Elim (Éxodo 15:27; 16:1-2). Allí recordaron las comodidades de Egipto, añoraron la carne y el pan durante su esclavitud, y murmuraron de nuevo (vss. 2 y 3).

Dios ofreció darles maná, “pan del cielo” (vs. 4; Salmo 78:24,25; Juan 6:31). Debían confiar en la provisión diaria de Dios y tomar cada día sólo lo suficiente. Según Lucas 11:3, debemos orar: “El pan nuestro de cada día danoslo hoy”. Dios los probaría al ver si obedecían sus instrucciones. El sexto día debían recoger el doble, porque el sábado debían reposar (vs. 5).

Además del maná, recibirían carne y comerían hasta saciarse. Moisés les dijo que al murmurar contra él, protestarban realmente contra Dios (vs. 6-9). Dios les habló desde la nube y les reiteró su ofrecimiento de darles alimento (vss. 9-12). Aquel día se cubrió el campamento con codornices (vs. 13). Y la siguiente mañana vieron “una cosa menuda, redonda... como escarcha” (vs. 14). En el versículo 31 dice: “como semilla de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel”, y lo llamaron “maná”: “¿Qué es esto?” (vs. 15).


La medida diaria que debían recoger era un gomer por persona (un galón, vs. 16). Era la medida exacta para el sustento diario (vss. 17-18). No debían dejar nada para el otro día (vs. 19), pues se engusanaba. Quienes no obedecieron, pronto lo comprobaron (vs. 20). Después de recolectar el maná, salía el sol y derretía el que quedaba en el suelo (vs. 21).

Para enfatizar la señal del pacto: el guardar fielmente el sábado, debían aprovisionarse desde el sexto día; y el séptimo no se podría, pues ese día no aparecería sobre el campo (vss. 22-27).

Un gomer de maná debía depositarse dentro del Arca del Pacto y guardarse como recordatorio a los descendientes acerca de la provisión divina en el desierto (vss. 32-34). Hebreos 9:4 dice: “Y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná”. Esta comida milagrosa jamás cesó de venir hasta que Israel llegó a los límites de Canaán (vs. 35).


Deuteronomio 8:3 dice: “Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre”. Esto significa que el hombre debe sustentarse también de la Palabra de Dios. Jesús lo repitió en Mateo 4:1-4.

En Juan 6:32 leemos: “Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: no os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo”. En el versículo 35, añade: “Yo soy el pan de vida; el que a Mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en Mí cree, no tendrá sed jamás”.

¿Cual era el sabor del mana?

RENDÍ MI VIDA A DIOS EN ADORACIÓN, LE SIRVO CON FIDELIDAD, LE AGRADEZCO SU BONDAD Y EL ME LLENA DE SU AMOR.CCD

1 comentario:

  1. PORQUE UN PASTOR MANDARIA ESCARCHA A SUS FIELES NO ENTIENDO
    ESCAARCHA DECIA TENES ESCARCHA DE DE DIOS

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