miércoles, 3 de agosto de 2011

EXODO CAPITULO 2





ÉXODO 2
NACIMIENTO DE MOISÉS (Éxodo 2:1-10)

Dos descendientes de Leví se casaron y les nació un niño. Éste fue escogido por Dios como instrumento para liberar a su pueblo. El niño era hermoso y sus padres lo escondieron por tres meses, (Éxodo 2:1,2). Hechos 7:20 dice que “fue agradable a Dios”. Hebreos 11:23 agrega que “fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso”. Considerando que era peligroso esconderlo durante más tiempo, la madre del niño decidió hacer una cesta de juncos, impermeabilizada con asfalto y brea. Colocó al niño en la cesta, la cual dejó flotando en el río, entre un carrizal, cerca al lugar donde solía bañarse la hija del Faraón. Todo era observado por la hermana del niño. La princesa descubrió la cesta y pronto supo que era un niño hebreo, (vss. 3-6).
María –la hermana del niño- quien vigilaba la escena, se ofreció para buscar a una nodriza hebrea que amamantara al bebé. La niña llamó a la misma madre, y ésta, por encargo de la princesa, lo crió. Al crecer el niño, fue traído a la hija del Faraón, la cual lo adoptó y lo llamó Moisés, por haberlo rescatado de las aguas, (vs. 7-10).

¿Cuánto dejó la madre de Moisés en la mente y corazón del niño durante el tiempo que lo crió? No lo sabemos. ¿Cuán profundo penetró en Moisés la educación en la corte de Egipto? Tampoco lo sabemos. Sólo podemos conjeturar.

Hechos 7:20-39, Esteban presentó, antes de su martirio, el relato de Moisés y el Éxodo. En Hechos 7:22 leemos: “Y fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus palabras y obras”. Durante casi cuarenta años la educación de Moisés en medio de la familia real incluyó toda la historia, arte, medicina, religión, leyes, costumbres, filosofía, etc., de la antiquísima cultura egipcia.

Y como príncipe, debió haber realizado conquistas y proezas que lo hicieron famoso. Sin embargo, algo quedó de su educación temprana. No perdió la sensibilidad en su ser interior. Hechos 7:23-25, dice: “Cuando hubo cumplido la edad de cuarenta años, le vino al corazón el visitar a sus hermanos, los hijos de Israel. Y al ver a uno que era maltratado, lo defendió e hiriendo al egipcio vengó al oprimido. Pero él pensaba que sus hermanos comprenderían que Dios les daría libertad por mano suya; mas ellos no lo habían entendido así”.

En el momento, Moisés se identificó con su pueblo y decidió actuar. Éxodo 2:11, dice: “En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos”. Moisés mató al egipcio y lo escondió en la arena.

Al día siguiente Moisés vio a dos hebreos que peleaban. Al reprender al opresor, éste lo amenazó con divulgar su homicidio del día anterior. Moisés tuvo miedo. Como príncipe tenía autoridad sobre sus súbditos; podía aún matar para imponer justicia. El problema era que al haberse identificado con los esclavos hebreos, se había hecho traidor al Faraón y a los egipcios. No podía quedarse más en Egipto. Huyó a Madián, región posiblemente situada al suroriente de Sinaí y Arabia occidental central, a ambos lados del Golfo de Acaba, (vss. 12-15).

La región de Madián tomó su nombre de quién descendía: uno de los hijos de Abraham, de su segunda esposa, Cetura (Génesis 25:2).

MOISÉS HUYE DE EGIPTO (Éxodo 2:11-25)

Aunque Moisés había tomado partido con su pueblo, quiso hacerlo en sus propias fuerzas, en su propio tiempo e iniciativa, y no de acuerdo con los planes de Dios. Debía pasar aún un proceso de enseñanza en su formación. Le faltaban aún cuarenta años de entrenamiento en la escuela de Dios, antes de estar listo para su gran obra.
Dos tercios de la vida de Moisés fueron invertidos en preparación para la magna tarea que habría de desempeñar. Lo cual nos enseña que Dios tiene un tiempo para que realicemos Su obra. Y también tiene un proceso formativo al que debemos someternos antes de emprender un ministerio. Juan el Bautista se preparó unos treinta años para actuar uno o dos años. Jesús se preparó también treinta años para un ministerio de tres años y medio.

¿Está usted entrenándose y equipándose en la escuela de Dios para la misión de su vida? ¿Aprovecha bien cada oportunidad de aprender, para realizar mejor la tarea que le será encomendada?

El Faraón pronto oyó lo que había hecho Moisés y trató de matarlo. Pero Moisés ya se hallaba a salvo en Madián, (Éxodo 2:15). De manera providencial Dios puso a Moisés junto al pozo de Madián, cuando siete hijas de Reuel (Éxodo 2:18), -llamado también Jetro en Éxodo 3:1 y Ragüel en Múmeros 10:29- llegaron para dar agua a las ovejas de su padre. Moisés las defendió de unos pastores que les disputaban el agua, (vss. 16-17). Y así conoció a quien sería su esposa.

Al oír el padre de las jóvenes la gentileza del extranjero, le ofreció su hospitalidad y a su hija Séfora por esposa, (vss. 18-21). Como parte de su proceso formativo, Moisés constituyó pronto una familia, (vss. 21-22). Además de Séfora, Moisés ganó a un suegro sabio y tuvo a su primogénito, llamado Gersón, porque dijo: “Forastero soy en tierra ajena”.

Después de un largo reinado, posiblemente unos cincuenta y cuatro años, murió el Faraón Thotmes III, quien había oprimido a los hebreos. Los hijos de Israel “gemían a causa de la servidumbre, y clamaron”, (vs. 23). Esta vez era ya el tiempo de Dios, y Él decidió cumplir la promesa hecha a Abraham, Isaac y a Jacob, (Vss. 24-25).

1 comentario:

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